La estomatitis infecciosa (o ulcerativa) es una enfermedad del tracto digestivo superior más frecuente en los reptiles. Hallazgo frecuente en ofidios, no se considera una enfermedad primaria, sino secundaria a la inmunodepresión por estrés, malas condiciones ambientales, nutricionales (hipovitaminosis C) o de higiene (enfermedad por oportunistas). Cursa con anorexia, y debilidad del paciente, hipersalivación, lesiones gingivales, decoloración de la mucosa, zonas necróticas, abscesos o seudomembranas. El tratamiento de los casos graves incluye amiunoglucósidos (por estar implicados mayoritariamente GRAM - ) por vía parenteral.
El desbridamiento y limpieza de las zonas necrosadas se realiza con lavados diarios de clorhexidina al 0,05 % en suero fisiológico, se recomienda la apertura y drenaje quirúrgico de los abscesos.
El sobrecrecimiento del pico superior en las tortugas se debe a la falta de abrasión por una alimentación excesivamente blanda o hipovitaminosis A. Se recorta con corta uñas de gato, se pule con lima y se completa la dieta o se administra la vitamina A intramuscular.
La ingestión de cuerpos extraños, normalmente del sustrato del suelo del terrario se diagnostica con radiografías. Se observa con frecuencia en iguanas, destacando la distensión abdominal y, a la palpación-percusión asa llenas de gas.
Antes de recurrir a la cirugía se aplica un tratamiento inicial consistente en la rehidratación oral con 20 ml por kilo de suero glucosado al 2,5 % cada 8 horas (sino cursa con vómitos o regurgitación) y parenteral (subcutáneo o intracelómico) y posteriormente con la administración de parafina líquida mediante alimentación forzada o sonda gástrica.
Las gastroenteritis están causadas por flagelados o coccidios (y, en menor medida, otros protozoos como amebas o criptosporidios), nematodos, así como agentes infecciosos y alteraciones nutricionales o disbiosis. Estos procesos cursan con signos típicos de vómito, regurgitación y diarrea. Un análisis coprológico y un estudio radiológico contribuyen a descartar posibles diagnósticos diferenciales. Se aplica una terapia básica de fluidos hipotónicos y electrolitos; el fármaco de elección en infecciones inespecíficas (en ausencia de heces para la valoración) es el metronidazol.
Es importante recordar que los quelonios (especialmente los de agua), así como los saurios y serpientes eliminan a través de las heces una importante carga de Salmonella spp, que puede originar la enfermedad in zoonótica en clínicos y dueños. Otras alteraciones más raras son los cólicos producidos por fermentaciones anormales; se tratan con caolín, metoclopramida, antibióticos y correctores de la flora intestinal (tipo Lactobacillus, necesarios para que muchos animales reanuden la ingestión voluntaria de alimento).